Otra "mala" del cine con el sello de Tarantino. Esta vez, una protagonista absoluta... Tan absoluta que la película lleva su nombre: Jackie Brown. Pam Grier está fantástica en la piel de esta azafata de vuelo que hace de correo con el dinero de un traficante de armas. Cuando hizo esta cinta tenía justamente mi edad de ahora, 48 años. Se come la pantalla. La película es seguramente la más "tradicional" de todas las películas del director de Knoxville. La escena del intercambio de bolsas en el centro comercial es de una factura impecable. Es el único plano que se permite rodar desde dos puntos de vista distintos, rompiendo la estructura lineal de espacio-tiempo (que con Pulp Fiction literalmente destrozó).
Al poco de verla, ya llevaba mi propia gorra Kangol... Quentin Forever!
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